viernes, enero 08, 2010

José Pablo Feinmann"Filosofia aquí y ahora",el poder impone la verdad



Encuentro, Michael FoucaultEl Poder es la Razón que ve, la Razón que controla, la Razón que domina.Entonces, el Poder tiene una capacidad enorme, gigantesca. El Poder tiene el poder de imponer la verdad.Usted me dirá: "¡La verdad es una!". Bueno, podemos decir cosas más extremas: "La verdad es la verdad revelada de Dios".Bueno. Usted ya sabe que estamos en Filosofía. Y en Filosofía, como dice Heidegger, Dios queda aparte. Porque sino nos respondería todas las preguntas. Pero las tenemos que responder nosotros los pobres seres humanos que estamos aquí.Entonces, la pregunta que nos tenemos que hacer es: ¿Por qué es el Poder es el que impone la verdad? ¿Por qué, por ejemplo, tener todos los medios de comunicación en manos de un Poder, le permite a ese Poder moldear las consciencias de los sujetos de una sociedad? ¿Por qué la revolución comunicacional del Imperio Norteamericano a sido justamente eso, una revolución comunicacional? Porque por medio de esa revolución condiciona, conforma, forma las subjetividades de los receptores. Hace de los demás un enorme mundo de receptores de la verdad que emite ese inmenso Poder comunicacional.Entonces, el Poder crea la verdad.La verdad, lo siento, no existe la verdad. Lo que existe es la interpretación de la verdad. Lo que existe es la verdad que el Poder puede repetir treinta mil veces, cincuenta mil veces, sesenta mil veces en un día, hasta que usted se la crea. Y crea esa verdad.Ahora bien. Hay una frase de Nietzsche, tan genial que uno puede pensar largos años sobre ella. Nietzsche dice: "No hay hechos, no hay hechos. Hay interpretaciónes". O sea, ningún hecho nos va ha dar la verdad.Supongamos. Hay una vieja tragedia que en este momento me viene a la memoria: La puerta 12 del Estadio de Boca, en una tarde terrible, en la cual se amontonaron setenta cadáveres porque querían salir desesperadamente por esa puerta.Este... Ezeiza, Ezeiza... ¿Cuál es la verdad? ¿Cuál es la verdad de Ezeiza? ¿Cual es? La que dicen los que estaban el el palco. La que dicen la gente que estaba abajo. La que dice la columna que venía del sur. La que dice OSIND. La que dicen los Montoneros. La que dice Cámpora. La que dice Favio... ¿Cuál es la verdad?. Bueno. Hay interpretaciónes. El hecho es uno. Algo terrible ocurrió en Ezeiza. Pero la interpretación de ese hecho es múltiple. O sea, no hay hechos, hay interpretaciónes.Si hay interpretaciónes, entonces el Poder tiene, justamente, el poderío de imponer la suya. Esto es el Poder. El Poder es la capacidad que tiene un determinado grupo de imponer su verdad como verdad para todos. De lo que se trata el Poder es de imponer esa verdad. ¿Cómo lo hace? Lo hace teniendo la mayor cantidad posible de medios para comunicar. Entonces, lo que comunica el Poder es la verdad del Poder, la interpretación que el Poder tiene de los hechos, y esa interpretación es la que conviene a los beneficios. En última instancia, la que le hace ganar más dinero. Porque el objetivo de el Poder es o dominar o ganar más dinero. También dominar para ganar más dinero. El dinero sigue siendo una mercancía que hace mover a este mundo. Como decía Sally Bowles, Liza Minelli, en Cabaret: "Dinero, dinero, dinero hace caminar al mundo".En consecuencia, el Poder tiene que imponer esa verdad suya y sofocar las otras verdades a través de todos los medios posibles: diarios, canales de televisión, radios, y teatro, cine...Todo lo que pueda conquistar para penetrar en la consciencia de los sujetos y sujetarlos, como va a decir Foucault: "Sujetar al sujeto". Esta es la meta del Poder. Sujetar la subjetividad de los sujetos. Conquistarla. Hacerla suya... Del Poder.

imagenes Bicentenarias







preguntas bicentenarias?


Este escrito esta hecho desde un país.
Desconocido, informal.
Nunca se supo qué se fundó en Argentina.
Hacia el 2010 éste es el pensamiento: ¿ qué país somos?
Un equívoco es olvidar que fuimos “peruanos” hasta poco antes del siglo IXX.
El territorio de América del Sur aún es fundacional, en mitad del deterioro de la “aldea Global” se siguen descubriendo ciudades, civilizaciones, cacharros, huesos, historia. Hay sitios para llegar, aún.
Argentina es América del Sur, a la que aún mira de soslayo.
El mas alto equívoco es mirar hacia atrás creyendo que el pasado puede mensurarse.
Aún somos pasado. Aún somos historia, todavía estamos fundándonos.
El 1810 nos encontró—en Argentina—declamando el “amor” a Fernando VII y el “muérase” a los Bonaparte. Nos fundábamos jurando un traicionero amor político.
El 1810 nos encontró decidiendo el comercio internacional, la explotación de carnes y cueros, y los problemas de una ciudad portuaria.
Discutíamos el modo de comerciar y la atracción por los protestantes.
Nunca lo dijimos.
Un siglo después, ya sin luchas intestinas desgarrantes, se mira el puerto como ciudad y la ciudad de Buenos Aires como el país que atrapa su territorio en los sótanos y despacha por bodegas.
Nunca lo aceptamos.
El 1910 nos encontró, en Argentina, como soñábamos: inmensos exportadores de materias primas y exquisitos anfitriones de Europa. Ya en Europa los ojos en París.
La arquitectura alemana, la inmmigración centroeuropea y, de modo aluvional, italiana y española. No supimos mirarnos.
Nunca nos comprendimos, fuimos inmisericordes en el peor lugar: En el país del bienvenidos todos. El país del destino fabricado de hoy para mañana.
El 2010 tiene un desafío.
Vencer los equívocos, rescatar el espíritu de anfitriones orgullosos de 1910 y la verdadera vocación de 1810: el comercio, el puerto abierto, el país que refleja el mundo.
Diciéndolo, aceptándolo, comprendiéndolo.
Se sostiene que no hay país sin memoria colectiva, sin lengua, sin historia.
Es el pasado el sagrado territorio del futuro, costeado con todas las sangres, todas las sales.
Son, apenas, doscientos años.
Falta gente, sobra territorio.
Todavía estamos cantando a la esperanza.
Pocos, solos.
Agua y comida. América amanece. Argentina está aquí.
Recién con doscientos años.
Raúl Emilio Acosta. Especial para “loboblancosur”

Autorretrato-Entepola 2010


Autorretrato.

50x50 cm.

acrilico sobre lienzo.

autor: Gabriela Margarita Canteros

Enrique en el recuerdo

  La ausencia de los imprescindibles es un trago difícil de digerir. A Enrique lo conocí en 2012 gracias a Café Cultura Nación, el progr...